Planta del Diccionario “Coruña” de la Lengua Española Actual

 

por José-Álvaro Porto Dapena

 

 

 

 

Índice

 

 

 

3.2. Construcción del paradigma

 

         Como ya quedó señalado anteriormente, el DCLEA no se elaborará, según es práctica habitual, siguiendo el puro orden alfabético de las entradas, sino que se hará por paradigmas léxicos aun cuando, obviamente, los artículos de la parte semasiológica hayan de distribuirse luego alfabéticamente. Pero todavía a esto hay que añadir que, salvo casos excepcionales, nos limitaremos a las palabras pertenecientes a una misma categoría léxico-gramatical; concretamente, estudiaremos en primer lugar —como de hecho ya estamos haciendo— los verbos, luego se pasará a los adjetivos y adverbios, a continuación a los sustantivos y pronombres, para, finalmente, terminar con el estudio de preposiciones, conjunciones e interjecciones. En los párrafos que siguen vamos a realizar algunas consideraciones que —sobre todo pensando en futuros redactores de nuestro diccionario— puedan servir de guía o pauta para la construcción de los paradigmas.

 

         Como primer paso, la construcción del paradigma deberá iniciarse por la determinación del hiperónimo —generalmente empleado como núcleo o base de la correspondiente definición lexicográfica— y los cohipónimos junto, si los hubiere, con los hipónimos. Esta estructura inicial, que podemos llamar microcampo, podría representarse esquemáticamente así:

 

donde B representa la palabra que se estudia, A el hiperónimo, C los cohipónimos, y D, E los hipónimos. Notemos que la definición de este microcampo es fundamental, y deberá hacerse siempre que nos planteemos la determinación de acepciones cuando redactamos el artículo lexicográfico de una palabra cualquiera. Un ejemplo sencillo de esto lo tenemos en enjoyar, que definiremos como ‘adornar con joyas’, cuyo hiperónimo, por tanto, será adornar; pero notemos que también se puede adornar con vestidos, contenido que corresponde a ataviar, que será, por ello, un cohipónimo, y, finalmente, si la joya con que se adorna es una sortija, tendremos el verbo ensortijar, que representa, consiguientemente, un hipónimo de enjoyar. Esto tendría la siguiente representación en la parte paradigmática:

A) adornar

1) con joyas: enjoyar.

a) con sortijas: ensortijar

2) con vestidos: ataviar

 

Y esta otra —tan solo provisionalmente[nota 1]— en la parte sintagmática, esto es, al final de la acep. correspondiente de enjoyar:  ­ adornar.- ® ataviar.- ¯ ensortijar.

 

         Para completar este microcampo, será conveniente añadir de paso los sinónimos de la palabra estudiada —en este caso alhajar—, que registraremos a continuación separados por comas. También, si los hubiere, los antónimos, que en este ejemplo no existen, precedidos, como es sabido, por el signo (¹). Y, evidentemente, el campo se habrá reconstruido en su totalidad cuando, a su vez, hayamos hecho lo mismo, estableciendo el hiperónimo y correspondientes hipónimos, tanto del propio hiperónimo como con todos los cohipónimos e hipónimos de este primer microparadigma, luego de todos los demás hasta agotar, naturalmente, todas las posibilidades.

 

         Es evidente que no toda palabra posee siempre un hiperónimo, o hipónimos y cohipónimos. No hace falta observar que en ese caso nos contentaremos con registrar tan solo las palabras que ofrezcan alguna relación de este tipo con el vocablo que se está estudiando. Y si no se puede cubrir ninguna de estas posibilidades, habrá que determinar otros tipos de relación semántica, como podría ser, por ejemplo, la de meronimia-holonimia, circunstancia en que, de un modo paralelo, distinguiremos entre holónimo, merónimo y comerónimo. Así, por ejemplo,

 

A)  coche

1) pieza en forma de disco que permite el movimiento: rueda

a) pieza central metálica: llanta

b) pieza exterior de caucho: neumático

2) pieza en forma de aro para dirigir el movimiento: volante.

  

Podría ocurrir que la palabra estudiada entrase en ambos tipos paradigmáticos de relación, en cuyo caso se conectará un paradigma con el otro mediante la indicación del holónimo en uno, y del hiperónimo en el otro, poniendo al lado la palabra correspondiente precedida del signo indicador de la relación, es decir, (Ý) para el holónimo, y (­) para el hiperónimo.

 

         Puede ocurrir incluso que una palabra forme parte de dos paradigmas hiperonímico-hiponímicos al mismo tiempo, constituyendo lo que llamaríamos un lexema puente, como sucede, por ejemplo, con ceñir, que por una parte tiene el archilexema o hiperónimo rodear, y, por otra, estrechar o apretar. En este caso, obviamente, procederemos, como es obvio, a registrar la palabra en los dos paradigmas, pero considerando al otro hiperónimo como un rasgo diferenciador, y que escribiremos precedido del signo más (+). Así,

 

                            A) rodear

                                               1) + apretar o estrechar: ceñir

                                                           a) con una cincha: cinchar

                                                           b) con una faja: fajar

                                                           c) con una cinta: encintar

                                      2) por todas partes: cercar

                                      3) + pasar cerca: bordear

 

         No hace falta advertir que la constitución de un paradigma puede con frecuencia complicarse, habida cuenta de que una misma palabra, aun perteneciendo a un solo campo léxico, es susceptible de oponerse, bajo puntos de vista o dimensiones distintas, a otros vocablos relativamente alejados entre sí. No hay por qué advertir que en la construcción del paradigma habrán de señalarse cuantas dimensiones sean necesarias. Veamos un ejemplo:

 

ð Consumir  [alguien] a través de la boca y tubo digestivo: tomar, ingerir, tragar.

A) cualquier tipo de cosa o alimento, sólido o líquido:

1) según la cantidad:

a) una pequeña porción: echar (coloq.), tirar (Cuba, coloq.).

¬ + para catar: probar.

 

b) en mucha cantidad hasta hartarse: atiparse (coloq.), empiparse (Chile, Ecuad., Perú y P. Rico.), apiparse (coloq.), atiborrarse (coloq.), tupirse (coloq.)

 

c) en exceso: embutir (coloq.), cargar.

 

2) según el modo:

a) con voracidad: embaular (coloq.), zampar, tragar (coloq.), soplar

b) con fruición o exageración: atizar

c) a costa de otro: gorronear, gorrear

d) hasta el final: apurar

e) de prisa: embuchar.

 

3) según la cantidad y el  modo:

a) en mucha cantidad y con voracidad: soplar

b) en mucha cantidad y de prisa: embuchar

 

donde, como puede verse, 1) y 2) son puras dimensiones.

 

Continuar

 


[1] Decimos provisionalmente porque, cuando no se está trabajando con ese campo concreto, nuestra determinación del paradigma quedará aquí suspendida hasta que se estudie en su día, mostrándose en el artículo tal como indicamos a continuación, a la espera, claro está, de sustituirlo por la referencia que le corresponda cuando dicho paradigma se reconstruya en su totalidad y pase a figurar en la parte paradigmática. [volver]

 

 

 

 

 


 
Grupo de lexicografía
Facultade de Filoloxía
Campus da Zapateira
Universidade da Coruña
15071  A Coruña
alpordap@udc.es
http://www.udc.es/grupos/lexicografia