Planta del Diccionario “Coruña” de la Lengua Española Actual

 

por José-Álvaro Porto Dapena

 

 

 

 

Índice

 

 

 

2.7. La marcación

 

         Un último aspecto que no podemos dejar aquí de lado es el referente a la marcación, que, como se sabe, es el procedimiento por el cual se señala alguna particularidad acerca de la naturaleza y uso de una palabra. Esas particularidades, que se expresan por medio de marcas consistentes generalmente en abreviaturas, pueden referirse, por lo demás, a múltiples aspectos, existiendo, entre otras, marcas gramaticales, diatópicas o geográficas, diastráticas, científico-técnicas, diafásicas y connotativas, todas ellas presentes en el DCLEA. En éste, por lo demás, no se utilizarán las marcas diacrónicas, porque se trata de un diccionario del español actual, donde, por lo tanto, no se registrarán arcaísmos o vocablos pertenecientes a otras sincronías; en su lugar utilizaremos —eso sí— las marcas de frecuencia, referentes al grado de utilización. Tampoco, finalmente, utilizaremos las marcas de transición semántica, esto es, fig[urado] o met[afórico], tan frecuentes en los diccionarios descriptivos, pues se refieren a un aspecto evolutivo que, creemos, se debe pasar por alto en un diccionario sincrónico como el nuestro. Ahora bien, esto no impedirá que, tratándose de subacepciones o usos particulares de una acepción, pueda advertirse el carácter figurado con expresiones como Se aplica figuradamente a..., Por metonimia..., Por sinécdoque..., etc.

 

         Refiriéndonos en primer lugar a las marcas gramaticales, se utilizarán tan solo las referentes a las categorías y subcategorías de palabras, así como las indicadoras del tipo de locución o expresión en el caso de las frases hechas o discurso repetido. Así, para la indicación del verbo, utilizaremos la marca v. junto con las marcas de subcategoría tr. (transitivo), intr. (intransitivo) y prnl. (pronominal); lo mismo haremos en el caso del sustantivo, que aparecerá indicado mediante s. y las marcas de subcaegorización m. (masculino), f. (femenino); para las demás categorías utilizaremos únicamente adj. (adjetivo), adv. (adverbio), pron. (pronombre), art. (artículo), conj. (conjunción), prep. (preposición) e interj. (interjección). Para el caso de las expresiones fijas usaremos loc. s. (locución sustantiva), loc. adj. (locución adjetiva), loc. adv. (locución adverbial), loc. v. (locución verbal), loc. conj. (locución conjuntiva), loc. prep. (locución prepositiva) y expr. (expresión). Por lo demás, como puede observarse, todas irán en letra cursiva y en minúsculas aunque les preceda un punto, y por lo que se refiere a su colocación, se situarán del siguiente modo: las indicadoras de categoría, inmediatamente después del enunciado del artículo, y las de subcategoría después del número (o letra) indicador de acepción (o subacepción) y, si no hay número ni letra porque la palabra no tiene más que una acep., se prescinde de la marca de categoría, que queda implicada en la de subcategoría. Las relativas a las expresiones fijas, por su parte, se colocarán inmediatamente después del signo introductor ¨.

 

         Como regla general, hemos de indicar que a propósito de las marcas, sean gramaticales o de otro tipo, cuando a dos o más acepciones —y lo mismo subacepciones— seguidas corresponden la misma o las mismas, éstas se repetirá las veces que sea necesario, es decir, aparecerán en cada una de las aceps. o subaceps. En el caso del sustantivo o verbo no hará falta incluir la marca de categoría y subcategoría, si ambas tienen que aparecer seguidas; bastará, como ya dijimos, con la indicación de la subcategoría. Así,

 

abarcar. v. Presenta la característica ortográfica de que posee formas con q, cuando le sigue e: abarque, abarqué.

1. tr. [~ alguien (suj.) una cosa (od.) con los brazos o con la mano]. tr. Rodearla sujetándola.

 

frente a este otro caso:

 

acicalar. tr.   [~ alguien (suj.) a otra persona (od.)]. Arreglarla con  exagerado esmero. a) Por extensión, puede aplicarse también a cosas. b) prnl. Pasando a suj. la persona obj. directo: “Aurora se acicala mucho”.

 

         Las marcas diatópicas o geográficas son, evidentemente, las más numerosas y tienen por objeto restringir la pertenencia de una palabra o acepción a la norma lingüística de una determinada región o lugar. En el Diccionario “Coruña” emplearemos marcas que se refieran exclusivamente a España —y en ésta a las distintas comunidades autónomas— y a América en general y a cada uno de los países americanos en particular. En este caso las marcas o abreviaturas se expresarán también en letra cursiva, pero, lógicamente, con mayúscula inicial; se colocarán dentro de la acepción, inmediatamente después del número (o letra), si no hay marca gramatical, o, en caso de que la haya, después de ésta. Podemos, por lo demás, fijar las siguientes abreviaturas:

 

                   Esp. (España)

                            - And. (Andalucía)

                            - Ar. (Aragón)

                            - Ast. (Asturias)

                            - Bal. (Baleares)

                            - Can. (Canarias)

                            - Cant. (Cantabria)

                            - Cast.- L. (Castilla-León)

                            - Cast.-M. (Castilla-La Mancha)

                            - Cat. (Cataluña)

                            - Extr. (Extremadura)

                            -  Gal. (Galicia)

                            - Mad. (Madrid)

                            - Mur. (Murcia)

                            - Nav. (Navarra)

                            - P. Vas. (País Vasco)

                            - Rio. (Rioja)

                            - Val. (Valencia)

                                              

                   Amér. (América)

                            - Arg. (Argentina)

                            - Bol. (Bolivia)

                            - Chi. (Chile)

                            - Col. (Colombia)

                            - CRica (Costa Rica)

                            - Cu. (Cuba)

                            - Ecu. (Ecuador)

                            - El Salv.  (El Salvador)

                            - Guat. (Guatemala)

                            - Hond. (Honduras)

                            - Méx. (México)

                            - Nicar. (Nicaragua)

                            - Pan. (Panamá)

                            - Par. (Paraguay)

                            - Pe. (Perú)

                            - PRico (Puerto Rico)

                            - RDom. (República Dominicana)

                            - Ur. (Uruguay)

                            - Ven. (Venezuela).

 

         Pasando ahora a la marcación diastrática, habida cuenta de que nuestro diccionario se va a referir al español estándar, que representa, como hemos dicho, un estrato lingüístico culto, frente al vulgar, no habrá necesidad de señalar esta distinción, puesto que el DCLEA no incluirá ningún vulgarismo, palabra esta que por cierto se usa con frecuencia ambiguamente en nuestra lexicografía: representa unas veces el nivel lingüístico y otras la valoración correspondiente a un vocablo tabuizado. Se marcarán, no obstante, distinciones diastráticas basadas en la edad, como inf. (infancia) y juv. (juvenil) para referirnos al lenguaje propio de los niños y de los jóvenes respectivamente, o en el sexo, aunque en este último caso no usaremos ninguna marca en forma de abreviatura, sino que, si hubiere necesidad, se indicará mediante expresiones como En leguaje femenino, Entre varones, etc.

 

         Como marca de frecuencia usaremos tan solo p. usado (poco usado) o, en su lugar, la indicación Se usa (o se dice) raramente..., o simplemente raro escrito entre paréntesis y letra redonda.

 

         Entendemos por marcas diafásicas las que se refieren a los distintos registros o estilos, correspondientes a usos determinados por la pura situación. Distinguimos tres estilos básicos: elevado, formal, coloquial o informal, a los que en realidad habría que añadir otro al que llamaremos neutro. Dentro del elevado, que indicaremos sin ninguna abreviatura específica hay que situar el literario (indicado mediante la marca lit.) y, a su vez, dentro de éste el poético (marcado con poét.). Por su parte para los caracteres formal e informal o coloquial utilizaremos las marcas form. y coloq. respectivamente, y, finalmente, el carácter neutro no poseerá marca ni indicación alguna.

 

         Todavía para matizar más el estilo echaremos mano de las marcas connotativas, las cuales aluden o bien a una valoración social de la palabra, que puede estar más o menos tabuizada, o bien a una actitud del hablante frente a lo que dice, actitud que puede ser de desprecio o al contrario, de ironía o humor, agresividad, etc. Pertenecen a este último tipo las marcas siguientes: desp. (despectivo),  euf. (eufemístico), hum. (humorístico), irón. (irónico),  malson. (malsonante),  pond. (ponderativo). Por lo que se refiere a la valoración social de la palabra, cabe destacar el carácter grosero, calificación que se da a toda palabra cuyo uso se considera de mala educación (el los diccionarios se nota generalmente con la marca vulg.); se trata, evidentemente, de una connotación en la que pueden darse grados diversos, cosa que no vamos a indicar en el diccionario; y así, tan grosero se considerará, por ejemplo, cagar o picha como mear o culo. A veces existe toda una gradación léxica en este sentido desde la grosería más fuerte hasta el carácter más formal o refinado[nota 1]. En otros casos habrá que notar, aunque sin una marca específica, si se trata de una jaculatoria, un insulto o expresión injuriosa, o, por el contrario, una expresión cariñosa, etc.

 

         En relación, finalmente, con la marcación científico-técnica, hay que decir que, si bien el DCLEA no abarca ni pretende abarcar, según ya hemos dicho, el léxico terminológico, debe registrar, no obstante, aquellas palabras pertenecientes a las ciencias y artes o técnicas que han rebasado los estrechos límites de éstas para formar parte del vocabulario general de un hablante de cultura media. Y es precisamente en estos casos en los que se hace necesario marcar convenientemente la pertenencia  —o quizás mejor dicho, procedencia— de tales vocablos o de alguna de sus acepciones a una terminología. La lista de marcas en este caso es amplia, razón por la que resulta difícil abarcarlas todas en la siguiente lista:

 

                            Aer.  (Aeronáutica)

                            Agric. (Agricultura)

                            AEsc. (Artes escénicas)

                            AGráf.  (Artes gráficas)

                            Anat.  (Anatomía)

                            Apic. (Apicultura)

                            Arqueol.  (Arqueología)

                            Arq. (Arquitectura)

                            Artes. (Artesanía)

                            Astrol. (Astrología)

                            Astron. (Astronomía)

                            Biol.  (Biología)

                            Bioquím. (Bioquímica)

                            Bot.  (Botánica)

                            Carp.  (Carpintería)

                            Cerám.  (Cerámica)

                            CNat. (Ciencias naturales)

                            Cineg. (Cinegética)

                            Cinemat. (Cinematografía)

                            Cirug. (Cirugía)

                            Coc.  (Cocina)

                            Com.  (Comercio)

                            Constr.  (Contrucción)

                            Dep. (Deportes)

                            Der. (Derecho)

                            Ecol.  (Ecología)

                            Econ. (Economía)

                            Electrón. (Electrónica)

                            Enseñ. (Enseñanza)

                            Escult.  (Escultura)

                            Est.  (Estadística)

                            Etnogr. (Etnografía)

                            Farm.  (Farmacia)

                            Filol.  (Filología)

                            Filos.  (Filosofía)

                            Fís.  (Física)

                            Fisiol. (Fisiología)

                            Font. (Fontanería)

                            Fotogr.  (Fotografía)

                            Geogr.  (Geografía)

                            Geol.  (Geología)

                            Geom. (Geometría)

                   Heráld.  (Heráldica)

         Hist.  (Historia)

         Inform.  (Informática)

         Ingen. (Ingeniería)

         Jueg. (Juego)

         Ling. (Lingüística)

         Liter. (Literatura)

         Mar.  (Marina)

         Mat.  (Matemáticas)

         Med.  (Medicina)

         Metal.  (Metalurgia)

         Meteor. (Meteorología)

         Métr.  (Métrica)

         Mil.  (Milicia)

         Min.  (Minería)

         Mineral.  (Mineralogía)

         Mitol.  (Mitología)

         Mús.  (Música)

         Numism.  (Numismática)

         Ópt.  (Óptica)

         Orf. (Orfebrería)

         Ortogr.  (Ortografía)

         Paleogr. (Paleografía)

         Paleont.  (Paleontología)

         Pint.  (Pintura)

         Polít.  (Política)

         Prehist.  (Prehistoria)

         Psicol.  (Psicología)

         Quím.  (Química)

         Rad.  (Radio)

         Rel.  (Religión)

         Sociol.  (Sociología)

         Taurom.  (Tauromaquia)

         Topogr.  (Topografía)

         Transp.  (Transportes)

         TV  (Televisión)

         Vet.  (Veterinaria)

         Zool.  (Zoología)

 

Como norma general, se procurará —por ejemplo en caso de los deportes o de las ciencias— utilizar marcas generales, sin especificar tipos o partes; así, Ling. tanto para la terminología fonética como gramatical o semántica, Fís. también para términos de Acústica o de Óptica (aunque en este caso se incluye Ópt. porque existe como actividad profesional), Dep. para cualquier deporte, etc. Conviene notar finalmente que el uso de esta marcación atañe únicamente a las palabras o acepciones para cuya definición hay que acudir a la ciencia o técnica correspondiente y, por lo tanto, no depende exclusivamente del saber lingüístico o popular.

 

Continuar

 


[1] Así, nótese la gradación cagar / hacer caca / defecar: el último tiene carácter formal, mientras que los otros dos son informales, de los cuales el primero hay que calificarlo de grosero. [volver]

 

 

 

 

 


 
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